El 2020 fue un año que marcó el cambio de hábitos de mucha gente, más trabajos remotos y menos necesidad de ir a la oficina, las reuniones virtuales y las ganas de tener espacio al aire libre fueron algunas de las cosas que se vivieron el año pasado. Mucha gente optó por mudarse a las afueras de la Ciudad de Buenos Aires, tal es el caso de esta familia que cambió sus hábitos porteños por una vida diferente en el partido de Pilar.

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​El objetivo de este proyecto fue mejorar los aspectos esenciales de un chalet de ladrillos construido en la década del 90 y ayornalas a las necesidades actuales. Los cambios mas rotundos ocurrieron en la cocina y en los baños, aunque además se hizo el cambio de todos los pisos, incluyendo el quincho.

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La cocina es amplia con la posibilidad de tener un comedor diario y no estar encerrado en el ambiente. Se cambiaron los mobiliarios por unos de laqueados en blanco para darle mayor amplitud al ambiente, haciendo juego con una mesada de cuarzo estatuario. La cocina se completo con un mueble de alacena donde en una parte se ubica la TV logrando un espacio definido para cada elemento. Los baños principales de la casa fueron modificados por completo, ambos tienen ducha con desagüe lineal y combinación de revestimientos entre piso y paredes, las mesadas también son de cuarzo y se re acondicionaron los muebles de vanitory, los cuales se encontraban en un buen estado.

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​En cuanto a las tareas en el exterior se acondicionó el espacio de cochera para 3 vehículos con un semi cubierto en estructura de hierro con cubierta de chapa acrílica, se amplió el solárium de la piscina, para que de esta manera pueda entrar una reposera sin inconvenientes y se cambió la pérgola de madera por una estructura de hierro con un camonet que brinda sombra en días de mucho sol.